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A todos los que nos gusta la playa, en estos días hemos estado muy pendientes del nuevo y sorprendente proyecto que tienen pensado poner en marcha los actuales regentes del consistorio capitalino. Les hablo de la remodelación y adecuación de la Playa de La Laja.

Quizá el punto más cuestionado de todas las iniciativas que se pretenden llevar a cabo es aquel que apunta a una gran escultura de bronce de unos 9 metros y que se ubicaría en la zona sur de la playa, lo que crearía un efecto de sorpresa en todos aquellos que llegaran a la entrada de la capital y que se encontrarían con semejante obra de arte ante sus narices.

Pero no es lo único que pretenden hacer en La Laja, y más tarde retomaremos el asunto 'escultura'. Por lo visto, también está pensado que la avenida se adecente y se construyan varias piscinas naturales rodeando el entorno. Claro que iniciativas de este tipo no acaban de convencer a los usuarios habituales de la playa puesto que en estos días hemos podido leer en la prensa escrita, y es lógico que sea escrita porque sino no podríamos leerla, que prefieren otras alternativas a ese toque tan artificial que le darían a la playa.

Entre las propuestas de los bañistas de la zona destaca la de dotar a la playa de balneario, baños y algunas duchas. Pero no entiendo para qué, siempre te puedes duchar en tu casa y en cuanto a lo de los baños tampoco los veo necesarios ya que si tienes ganas de hacer aguas menores las puedes dejar fluir en el mar que aquí al contrario que en las piscinas no sale ningún liquido azul si te da por evacuar parte del contenido de tu vejiga. Ahora que si son aguas mayores, es sólo cuestión de ir despacito a casa, que en 20 minutitos nos ponemos enseguida si vamos caminando.

Otra de las alternativas serían las de instalar un puesto de la Cruz Roja fijo y no desmontable como el que está ahora. Pero entonces estos socorristas a tiempo parcial podrían perder su otro trabajo, oficio que gracias a su destreza en el montaje y desmontaje de la citada torre les dio en su día un puesto en Ikea.

Pero si de todas las alternativas propuestas hay una que me llama la atención sobre las otras es aquella que habla de la creación de un dique en forma de 'L' para evitar que la playa tenga esa corriente tan peligrosa y que tantas vidas se ha cobrado.

Y de vueltas a la escultura, el protagonista de la polémica es un Tritón de 9 metros que sopla con fuerza una caracola. Para aquellos que no estén familiarizados con la Mitología Griega decir que el Tritón es el hijo de Neptuno o Poseidón y que este en vez de llevar un tridente como hiciera su padre, porta una concha de caracol que tocaba para calmar o enfurecer al mar.

Cierto es que ya algunos han puesto en marcha su imaginación y han tildado al gigante de bronce de ser un 'Avatar con una litrona' o incluso de 'cantante de Operación Triunfo' venido a menos e interpretando la canción del pirata cojo de Sabina. Pero en mi humilde opinión, una escultura que esté relacionada con el mar, al borde de una playa, siempre tendrá mas sentido que un poste de hormigón con colorines o demás aberraciones escultóricas que hemos podido encontrar en alguna que otra playa.

Menos mal que Neptuno que vigila la playa de Melenara en Telde tendrá cerca a su hijo el Tritón en la Playa de La Laja. Y si como dice su autor, el Triton Exordio, que ese será su nombre, es la forma masculina de una sirena, menos mal que su nombre hace referencia a su sordera, porque lo que tendrá que oír desde que le coloquen en la playa hasta que la gente le deje en paz sera mucho.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera.